Instrumentos financieros de inversión: Qué son y tipos

Los instrumentos financieros de inversión son contratos que otorgan a sus poseedores el derecho a recibir una rentabilidad futura, en función del comportamiento de un activo subyacente. 

En este artículo te explicaremos qué son los instrumentos financieros de inversión, qué tipos existen y cómo se clasifican.

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¿Qué son los instrumentos financieros de inversión?

Los instrumentos financieros de inversión son documentos que representan una relación contractual entre dos partes: el emisor y el inversor. 

El emisor es la entidad que crea el instrumento financiero y lo ofrece al mercado, con el fin de obtener financiación. El inversor es la persona que adquiere el instrumento financiero y espera obtener una rentabilidad.

Los instrumentos financieros de inversión se basan en un activo subyacente, que es el bien o el derecho que determina el valor y el rendimiento del instrumento. El activo subyacente puede ser de naturaleza real (como una acción, una materia prima, una propiedad, etc.) o financiera (como una deuda, un índice, una divisa, etc.).

Estos instrumentos permiten a los inversores diversificar su cartera, acceder a mercados y activos que de otra forma no podrían, y aprovechar las oportunidades que ofrecen los cambios en los precios de los activos subyacentes.

¿Qué tipos de instrumentos financieros de inversión existen?

Los instrumentos financieros de inversión se pueden clasificar según diferentes criterios, como el tipo de rentabilidad, el grado de riesgo, el plazo de vencimiento, el tipo de activo subyacente, etc. 

A continuación, veremos algunos de los tipos más comunes:

Según el tipo de rentabilidad

Se pueden distinguir entre instrumentos de renta fija y de renta variable. 

Los instrumentos de renta fija son aquellos que ofrecen una rentabilidad predeterminada y constante, independientemente del comportamiento del activo subyacente. Algunos ejemplos son los bonos, las letras, los pagarés, etc. 

Los instrumentos de renta variable son aquellos que ofrecen una rentabilidad variable y dependiente del comportamiento del activo subyacente. Algunos ejemplos son las acciones, los fondos de inversión, los ETFs, etc.

Según el grado de riesgo

Se pueden distinguir entre instrumentos de bajo riesgo, de riesgo moderado y de alto riesgo. 

Los instrumentos de bajo riesgo son aquellos que tienen una probabilidad muy baja de generar pérdidas, pero también una rentabilidad muy baja. Algunos ejemplos son los depósitos bancarios, las cuentas de ahorro, los bonos del Estado, etc. 

Los instrumentos de riesgo moderado son aquellos que tienen una probabilidad media de generar pérdidas, pero también una rentabilidad media. Algunos ejemplos son los bonos corporativos, los fondos mixtos, los ETFs de índices, etc. 

Los instrumentos de alto riesgo son aquellos que tienen una probabilidad alta de generar pérdidas, pero también una rentabilidad alta. Algunos ejemplos son las acciones, los fondos de renta variable, los derivados, etc.

Según el plazo de vencimiento

Se pueden distinguir entre instrumentos a corto plazo, a medio plazo y a largo plazo. 

Los instrumentos a corto plazo son aquellos que tienen un vencimiento inferior a un año, y que se utilizan para cubrir las necesidades de liquidez. Algunos ejemplos son las letras, los pagarés, los depósitos a la vista, etc. 

Los instrumentos a medio plazo son aquellos que tienen un vencimiento entre uno y cinco años, y que se utilizan para obtener una rentabilidad moderada. Algunos ejemplos son los bonos, los fondos de inversión, los ETFs, etc. 

Los instrumentos a largo plazo son aquellos que tienen un vencimiento superior a cinco años, y que se utilizan para obtener una rentabilidad elevada. Algunos ejemplos son las acciones, los fondos de pensiones, los seguros de vida, etc.

Según el tipo de activo subyacente

Se pueden distinguir entre instrumentos directos e indirectos. 

Los instrumentos directos son aquellos que representan una participación o una propiedad sobre el activo subyacente. Algunos ejemplos son las acciones, los bonos, las materias primas, etc. 

Los instrumentos indirectos son aquellos que representan un derecho o una obligación sobre el activo subyacente. Algunos ejemplos son los derivados, los fondos de inversión, los ETFs, etc.

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Descripción de algunos de los tipos de instrumentos financieros

• CETES: Son Certificados de la Tesorería de la Federación, que son instrumentos de deuda que emite el gobierno mexicano, con plazos de 28, 91, 182 y 364 días. Ofrecen una rentabilidad fija y constante, y son de bajo riesgo.
• Bonos gubernamentales: Son instrumentos de deuda que emiten los gobiernos estatales o federales, con plazos de 5, 10, 20 y 30 años. Ofrecen un pago periódico de intereses, y son de bajo riesgo.
• Pagarés bancarios: Son instrumentos de deuda que emiten las instituciones financieras, con plazos de 30, 60 o 90 días. Ofrecen una rentabilidad fija y constante, y están protegidos por el IPAB.
• Bonos corporativos: Son instrumentos de deuda que emiten las empresas privadas, con plazos variables según el emisor. Ofrecen un pago periódico de intereses, y son de riesgo moderado.
• Acciones: Son instrumentos de capital que representan una participación o una propiedad sobre una empresa. Ofrecen una rentabilidad variable y dependiente del desempeño de la empresa, y son de alto riesgo.
• ETFs: Son fondos cotizados en bolsa, que replican el comportamiento de un índice, una canasta de activos o un sector. Ofrecen una rentabilidad variable y dependiente del activo subyacente, y son de riesgo moderado o alto, según el tipo de ETF.
• Fondo de inversión: Es un instrumento que reúne el dinero de varios inversionistas y lo invierte en diferentes activos, como acciones, bonos, materias primas, etc. Ofrece una rentabilidad variable y dependiente de la estrategia del fondo, y es de riesgo moderado o alto, según el tipo de fondo.
• Fibras o Fideicomisos: Son instrumentos que invierten en bienes raíces, como oficinas, centros comerciales, hoteles, etc. Ofrecen una rentabilidad variable y dependiente del mercado inmobiliario, y son de riesgo moderado.

¿Cómo puedo invertir en fondos de inversión?

Para invertir en fondos de inversión, debes seguir estos pasos:

• Define tu perfil de inversor: debes conocer tu nivel de ingresos, tus objetivos, tu plazo, tu tolerancia al riesgo y tus preferencias. Esto te ayudará a elegir el tipo de fondo que más se adapte a ti, ya sea de renta fija, de renta variable, mixto, indexado, etc.
• Busca información sobre los fondos disponibles: puedes consultar las páginas web de las gestoras de fondos, los bancos, las plataformas de inversión o los comparadores online. Debes fijarte en aspectos como el rendimiento histórico, la volatilidad, las comisiones, el nivel de riesgo, el activo subyacente, etc.
• Contrata el fondo que te interese: puedes hacerlo a través de un asesor financiero, por teléfono, por internet o en una sucursal bancaria. Debes leer con atención el folleto informativo y el contrato del fondo, y verificar que cumples con los requisitos mínimos de inversión.
• Supervisa tu inversión: una vez que hayas contratado el fondo, debes seguir su evolución y revisar periódicamente los informes de rentabilidad que te envíe la gestora. También puedes modificar tu inversión si cambian tus circunstancias o tus expectativas.

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